te has convertido en un salvaje depredador,
una rata avariciosa, un especulador engreído, palurdo
y déspota, un tirano sin compasión, un ladrón
de ideas ajenas, un aprovechado de los que son
más débiles, un cobarde, un manipulador
compulsivo, un mentiroso, un vendedor de humo,
un cruel y miserable; de los poderosos vasallo,
un corrupto sin compasión y un machista de opereta.
-Muy bien. De acuerdo.
-Pero… ¿por qué yo tengo dinero y tú no?