Ayer me admiré
sumergida en el espejo.
Me vi tenue, hermosa, sin complejos,
con la cara llena de sexo
buscando tus ojos,
introduciendo mis pechos
en tus párpados,
batiendo mis alas,
para ahogar el trino
de los pájaros.
Ayer me ordeñé
sin hacerme daño,
acariciando mi grifo,
columpiándome en tu tallo,
volviéndome invisible
de mirarte tanto.
El artista desnudo
Hacen falta aquí los muñecos de los comentarios...
ResponderEliminarMi Saludo especial, Zas.
A nó çer eçe de los muñecus de piloca, nom creiu quié hiacie fialtia die mias niadia, meliére...
ResponderEliminarMuñecas de cuevas, Nielo...
ResponderEliminarnóm- nóm....(muñeco ha abaniarie lia cabessia)
ResponderEliminarNada de cuevias.... (Muñecu com el monco em biachio)
Saíste-me um belo muñeco, tu (muñeco a reírse)
ResponderEliminarMuñecas e cuevas acen siempre falta, niño!
ResponderEliminarDe que ias ablar mal?
E qien te diria, "A ti que te gusta son los muñecos... por el culo"?
Ena, ena. Isto está mesmo um encontro de especialistas em línguas :O)
ResponderEliminarEspecialistas em línguas, mas necessitados de moñecos!
ResponderEliminarGarganeiro :O)
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